No importa a quién hayas hecho daño,
si has aprendido a no hacerlo más.
No importa qué errores hayas cometido,
con tal que no los cometas de nuevo.
Con tal que aprendas,
con tal que desees asir tu vida con las manos,
besarla y a partir de dicha base, entonces habrás madurado.
¡Entonces habrá vida!