Hello people, aquí de nuevo posteando algo, la última semana ha sido super tediosa, el descanso que tenía que haber tenido hace un mes atrás lo estoy haciendo ahora pero obligatoriamente, pues ahora con el yeso puesto se me ha dificultado mucho mi rutina en la que vivía antes, hasta que no tenga unas muletas que por lo menos me facilitarían y no viviría encerrada en las cuatro paredes de mi cuarto.
El sábado haciendo videoconferencia con mi estimado bro del alma, Joaco, le leí algo que ví de mi libro favorito “Vivir, Amar y Aprender” de Leo Buscaglia…
Ahí les va…
“Me gustaría acabar con algo en lo que aún me hallo trabajando y que yo llamo «un comienzo».
Cada día hago la promesa de no intentar resolver de una vez todos mis problemas. Tampoco espero de vosotros que lo hagáis.
Tomadlo con tranquilidad; no podéis llegar a amar cabalmente mañana mismo. Quizás la semana próxima.
Al empezar cada día, trataré de aprender algo nuevo sobre mí, sobre ti y sobre el mundo en que vivimos, de tal modo que pueda continuar sintiendo y viviendo todas las cosas como si acabaran de nacer.
Nunca sois las mimsas personas. Después de esta noche seréis diferentes. Mañana, tras el desayuno, seréis de nuevo distintos, aunque sólo sea por el hecho de ser un poquito más gordos.
Al empezar cada día, me acordaré de participarte mi alegría, así como mi pena, de manera que nos podamos conocer mejor el uno al otro. Al empezar cada día, me propondré escucharte de verdad e intentaré comprender tu punto de vista, al tiempo que trataré de darte el mío de la forma más suave, recordando que ambos estamos creciendo y cambiando de mil formas distintas. Al empezar cada día, recordaré que soy un ser humano y no exigiré de ti la perfección hasta que yo sea perfecto.
(Así estareís a salvo)
Al empezar cada día, me esforzaré por conocer mejor las cosas bellas de nuestro mundo.
Sé que hay fealdad. Pero también hay belleza y no dejad que és ta quede oculta. Admiraré las flores. Miraré los pájaros. Contemplaré a los niños. Sentiré la fresca brisa del mar. Probaré la buena comida. Y compartiré estas cosas con los demás. Una de las mejores atenciones es decir a alguien: «Mira qué puesta del sol»
Al empezar cada día, me cuidaré de acercarme a ti y acariciarte con ternura, porque no quiero dejar de sentirte. Al empezar cada día, me dedicaré a renovarme como hombre que ama y a esperar los acontecimientos.
Tengo el convencimiento de que para definir el amor, la único palabra lo suficientemente ampliab que lo abarca es «vida». El amor es vida en todos sus aspectos y, si os olvidáis del amor, os olvidáis de la vida. Por favor, no hacedlo”.
Hermoso, ¿verdad? Sólo esto es de una rara especie del sexo masculino… El hombre que realmente quiere y va a saber amar…